lunes, 27 de octubre de 2008

El retrato Arnolfini



Uno de los cuadros más enigmaticos de la historia, plagado de simbolos de una extraña epoca a caballo entre la Edad Media y el Renacimiento. El detalle por el que se le conoce mundialmente es, sin embargo, el menos misterioso: en los tiempos de Van Eyck los espejos convexos eran más faciles de fabricar que los planos.

Durante la primera mitad del siglo XVI, en dos inventarios se identifico al personaje masculino con dos nombres: Hernoult le Fin y Arnoult Fin. En el siglo XIX los investigadores concluyeron que se trataba de corrupciones del apellido italiano Arnolfini, correspondiente a una rica familia de comerciantes que, en efecto, residian en Brujas en tiempos de Van Eyck. Concretamente a los retratados se les asigno la identidad de Giovanni di Arrigo Arnofini y su esposa Jeanne Cenami.

El historiador Erwin Panofsky fijo en 1934 la interpretacion que durante el siglo XX se creyo definitiva. Establecio que el cuadro era un documento qe daba fe de una boda, una ceremonia para la que, antes del Concilio de Trento, no hacia falta la intervencion de un eclesiastico. La teoria de Panofsky se sustenta por las manos unidas de la pareja y el brazo alzado del varon. El espejo, además, refleja a dos personajes actuando como testigos y, justo encima, la inscripcion de la pared reza "Johan de Eyck fuit hic", Jean Van Eyck estuvo aqui, con el tono de quien quiere dar fe de algo, quiza el propio pintor es una de los dos personas del reflejo.

Recientemente se ha descubierto qe Giovanni di Arrigo Arnolfini no se caso hasta 1447, seis años despues de la muerte de van Eyck, por lo que el retrato seria otro miembro de la familia. Los estudiosos se decantan en la actualidad por Giovanni di Nicolao Arnolfini, casado con Constanza Trenta. El unico inconveniente es que en la fecha del cuadro ella llevaba un año muerta.

Hay dos teorias al respecto. La primera es que el cuadro representa a Giovanni di Nicolao con una segunda esposa, fuera este o no el momento del matrimonio. Y la segunda es que el cuadro representa a di Nicolao y a su esposa fallecida, con lo que la tabla se habria pintado como un recordatorio de Constanza.

Diversos elementos sirven para refrendar que la retratada ha fallecido, su iluminacion es mucho más intensa y surreal, las manos no estan firmementes cogidas, sino que la de ella parece escapar a la de él, y, justo encima de la mano de Constanza, aparece un horrible monstruo qe forma parte del reposabrazos de la silla.




jueves, 23 de octubre de 2008

Construyendo rascacielos en los años 30

Estas fotografías fueron realizadas por Charles Ebbets a principios de los años 30. La mayoría no son posadas y corresponden a escenas cotidianas de los obreros que participaron en la construcción de los rascacielos entre 1920 y 1935. Como podréis observar, las medidas de seguridad eran un tanto peculiares y las fotos se hicieron intentando denunciar esa situación.

De entre todas estas fotografías destaca la primera, titulada "Almuerzo en la cima de un rascacielos", la cual es una de las fotografías más vendidas del mundo. Fue tomada en Nueva York, el 29 de septiembre de 1932, y la publicó el New York Herald Tribune en el suplemento dominical del 2 de octubre de ese mismo año. Está tomada en la planta 69 de las 70 que tiene el edificio GE del Rockefeller.






Este es Charles Ebbets durante la realizacion de alguna de estas fotografías.













lunes, 13 de octubre de 2008

René Maltet 1930-2000

La mayoria de las fotografias de este fotografo frances, destacan por tener un fuerte contenido humoristico, y concretamente un humor muy frances.
























domingo, 12 de octubre de 2008

La Venus de Urbino

Es un lienzo al óleo del pintor Tiziano, en el que aparece en primer término la figura desnuda de una mujer, llamada la Venus de Urbino por Vasari, ya que inicialmente el cuadro simplemente se refería a “La mujer desnuda”.

Se puede ver un fuerte contraste de luces y sombras. La luz dorada proviene de la izquierda e ilumina la figura, que ocupa el centro de la composición y se dispone en línea oblicua. Hay una idea de perspectiva materializada en el alejamiento de las baldosas del suelo y la disminución de las figuras hacia el fondo del cuadro, culminando en el paisaje que se ve a través de la ventana, paisaje que da una sensación de infinito.

Los rasgos de la mujer retratada son más realistas que idealistas. Esto viene indicado por la inclusión de la figura del perro, símbolo de la fidelidad. Dicha mujer podría tratarse de la esposa del duque de Urbino, de una cortesana o incluso de una alegoría neoplatónica.

La imagen destila un erotismo sensual, una novedad en la pintura del cinquecento, pues hasta entonces el desnudo se inscribía en unas reglas religiosas o de pura estética, sin mostrar ese erotismo que se manifiesta en una mirada provocativa y abierta al espectador, la caída de los cabellos sobre el hombro o las flores que lleva en la mano. La mujer se tapa púdicamente la zona púbica, al estilo clásico y es un recuerdo de La Venus dormida de Giorgione, pintor del que obtiene muchas influencias, pues trabajó con él en el taller de los Bellini en Venecia. La diferencia con la Venus de Giorgione es que ésta, al aparecer dormida no tiene el tinte sensual y erótico que trata de manifestar Tiziano. Tiziano la coloca en un ambiente cerrado, una estancia, al contrario que Giorgione que la sitúa en un espacio abierto.

El lujo que rodea la estancia puede ser reflejo de la riqueza de la ciudad de Venecia, que adquiere con su comercio. Tiziano fue declarado pintor oficial de Venecia y consiguió gran fama, marchando a partir de entonces a varias ciudades y siendo reclamado por príncipes europeos, como Carlos V o los duques de Urbino, ciudad donde pintó este cuadro.